sábado, 16 de enero de 2016

ESMERALDA, LA PIEDRA DE LA TRANQUILIDAD

La esmeralda posee un gran poder tranquilizador. Cógela en tus manos cuando sientas angustia y pídele que te ayude a calmar tus nervios, a devolverte la capacidad de razonar objetivamente y a mejorar tu capacidad de memorizar.
 
Esta piedra preciosa, cuyo nombre proviene del griego y significa “piedra de color verde”, está relacionada además con la prosperidad y se acude a su energía para ayudar a canalizar la que existe en nuestro Sexto Chakra, el que conocemos como del Tercer Ojo, y la del Chakra del bazo, el llamado Esplénico, que regula el erotismo y la creatividad.
Utiliza la energía de las esmeraldas para superar situaciones de crisis nerviosas y angustias descontroladas. También si sientes que el miedo se está apoderando de ti. Puedes dormir con una de ellas debajo de la almohada y visualizándote entre ellas mientras caes dormida y comienzas a soñar. O puedes simplemente llevar un anillo o un colgante que incluya una esmeralda. Piensa que al aliviar tu sensación de inquietud mejorarán también tus problemas de estómago y del sistema nervioso, además de cuidar el ritmo y salud de tu corazón.
La esmeralda también puede ayudarte con tu sistema inmunitario y tus riñones, y, sobre todo, con tus ojos, sobre los cuales tiene gran influencia. Y no sólo a los ojos físicos, sino también a los esotéricos, a los que nos permiten mirar a la vida con confianza y seguridad en nosotros mismos, para las cuales la esmeralda resulta un amuleto perfecto.

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