Se necesita:
Un vaso por cada habitación de tu casa. Se incluyen los
pasillos y los baños.
Agua bendita. Si no se dispusiera de ella, también es válida
agua del río o
Mineral
Una vela blanca por cada una de las habitaciones de tu casa.
Se incluyen
pasillos y baños.
Cerillas de madera
A ser posible sal marina, pero si no, vale la sal fina de
cocinar.
Varillas de incienso sándalo, mirra, cedro, o incienso
natural. (También podemos hacer un sahumerio con una mezcla de varios
inciensos)
Preparación:
Llena los vasos con el agua que tengas disponible y después
echa bastante sal en ellos, permitiendo que se disuelva adecuadamente. Después
coloca el vaso con la mezcla en cada una de las habitaciones, pasillos, baños y
cocinas de tu casa. No debes dejar ningún espacio de tu casa sin el vaso con
agua y sal.
A continuación has de situar cerca de los vasos de agua una
vela blanca que irás encendiendo a medida que las vas incorporando a todas las
habitaciones de tu casa. No te olvides de ningún rincón o espacio, pues se
trata de limpiar la casa al completo.
Cuando ya estén todas las velas encendidas en sus
respectivos lugares, enciende una varilla del incienso de sándalo, mirra,
cedro, o incienso natural y comienza a expandir el humo que vaya soltando por
cada una de las habitaciones y lugares de la casa.
Comienza por la habitación más alejada de la puerta de la
calle y con todas las puertas y ventanas abiertas comenzamos a limpiar el
ambiente de cada habitación, una por una, manteniendo una actitud positiva y
visualizando como toda energía negativa va saliendo por las ventanas de la
casa.
Tómate todo el tiempo que consideres necesario, porque esta
parte del ritual es esencial. Si es preciso, y como suele suceder, quema varias
varillas en el proceso de recorrer toda la casa con el humo. Procura que no
quede ningún rincón sin haber estado expuesto, al menos un minuto, al incienso.
Acabamos la limpieza en la puerta de la calle, cerrando esta tras nosotros.
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