El Antakarana o "Puente Arco Iris" como se lo
conoce habitualmente, es el lazo de unión de dos mundos tan diferentes como el
mundo del Espíritu y el mundo de la materia.
Como siempre, un puente tiene la función de unir los dos
lados de la orilla, ya que esos dos lados se necesitan mutuamente para
completarse y dar sentido a su existencia. Entonces el Antakarana es
"Puente" en tanto permite la conexión, la comunicación y el traslado
de la materia al Espíritu y del Espíritu a la materia, llenándolo todo de
significado trascendente para el Ser.
Este Puente está constituido principalmente de energía
meditativa, conciencia pura y vibrante a una determinada escala o tono.
Esta escala produce la manifestación de un determinado nivel
de experiencia y de conciencia y se expresa en un determinado color.
Así como los cristales descomponen la luz del sol en los 7
colores del arco iris, de la misma manera nuestro Ser cristalino los irradia
como un Arco Iris cuando el trabajo de limpieza y pulido del Ser esta en su
punto óptimo.
El nivel de la frecuencia vibratoria va a dar diferentes
matices de color en el Arco Iris personal que varían según el momento que cada
Ser está atravesando y según su capacidad de canalizar la Divina Luz, entre
otras cosas.
La Ciencia del Antakarana se ocupa de unir estas dos
orillas: la unión entre el pequeño yo y el Gran Yo.
Y esta unión depende en gran parte de la auto-observación y
el entrenamiento espiritual consciente y constante para su desarrollo.
Cada Ser recibe en el momento oportuno de su crecimiento, la
llamada de su Espíritu que lo invita a tomar las riendas de su evolución y
trabajar con la intención de: " Ser uno con su Espíritu manifestado aquí y
ahora en la Tierra".
El Antakarana es el canal por el cual trasladamos nuestra
conciencia ordinaria o yo inferior, a través de distintos niveles, hasta llegar
el Ser Superior.
Este "Puente Arco Iris" como se lo conoce
habitualmente, se construye a lo largo de varias vidas, y gran parte del mismo,
se realiza en forma inconsciente.
Sin embargo, en un momento determinado del ciclo de
encarnaciones, la Chispa Divina decide avanzar conscientemente en el camino de
retorno, poniendo su intención y su voluntad para lograrlo.
Ese llamado que surge desde el interior, impulsa al Ser a
una búsqueda intensa de respuestas a antiguas preguntas... y en ese punto es
donde comienza a buscar información. Luego llega el período de la práctica, que
va a traer la verdadera información acerca de "la Conciencia".
Y de hecho, el Antakarana se construye con pura conciencia
meditativa.
La Meditación nos va a enseñar mucho más acerca de la
"naturaleza de la mente" que una enorme pila de información.
Vivir la experiencia de la meditación es fundamental ya que
nos trae la certeza de la existencia del Espíritu, y despeja todas las dudas.
El entrenamiento espiritual aumenta la conexión con el Todo,
transforma la auto-conciencia del Ser y lo lleva a un estado de totalidad.
Las dos orillas: Cielo y Tierra son complementarias, ya que
la experiencia espiritual da sentido a la experiencia terrenal, y la
experiencia terrenal es el modo de evolucionar espiritualmente.
Y esto convierte al Antakarana en el conector más importante
que tiene cada Ser, tenga conocimiento de él o no.
Este puente es una pieza única: construido por cada uno de
los Seres con existencia planetaria, estos hilos de luz, de pura conciencia,
ascienden hacia el Todo quien a su vez desciende y produce el encuentro
iluminador.
La forma de construir el Antakarana es meditando.
La Meditación Antakarana facilita este proceso a través de
diferentes ejercicios de meditación, que paulatinamente van llevando la
conciencia a otros niveles dimensionales.
Se produce entonces, un salto cuántico en la energía
personal y la Conciencia pura y vibrante de cada Ser se revela.
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